Ya no es esa chiquilina que alborotaba la casa, que siempre alteraba a sus hermanos.
No, ya no. Creció y la niñita fue dando paso a la adolescente.
Ayer nomás, comenzaba el ciclo secundario.
Recién hoy, cuando tuvo su fiesta de egresados, me di cuenta de lo rápido que había pasado el tiempo.
Un pequeño homenaje a mi compañera en la fotografía, a la compinche, a la amiga.
Anahí, mi hija
Etiquetas: Miguel
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